Blue Dragon Children’s Foundation es el nombre y el logotipo de esta ONG que viene del dibujo de un dragón azul que le regaló un niño a Michael Brosowski, el australiano que la fundó en 2003 junto a unos estudiantes vietnamitas.
De entrada la sensación que nos dió es que todo es muy grande, hay mucha gente trabajando en un edificio de varias plantas en Hanoi y está todo muy consolidado. La labor que hacen de rescate de víctimas de trata de personas es maravillosa.
En nuestra primera visita nos explicaron detalladamente cómo funciona la trata de personas, tanto para matrimonios forzados en China y otros países, como para trabajos en semiesclavitud, además de cómo funcionan los rescates, para los que tienen unos equipos de intervención, que cuando les llega un aviso, acuden hasta donde se encuentra la persona retenida a la fuerza para conseguir un rescate lo más “limpio” posible, evitan despertar sospechas y hacerlo lo más discretamente posible y evitando entrar en conflicto con los “propietarios” de la persona retenida.
Actúan con tanta delicadeza que llegan al punto de que la persona que está ejerciendo la trata no se entere del rescate hasta días más tarde.
Realizan un seguimiento en el seno de las familias que han sufrido el “secuestro” de alguno de sus miembros (normalmente chicas jóvenes) para que no les vuelva a pasar con la misma persona o con otro miembro de la familia. Parece ser que siempre hay una figura cercana al núcleo familiar que es la que convence y media para que se produzca la trata.
Tienen distribuidos por la ciudad algunos “pisos francos”, sin que demasiada gente conozca la ubicación por seguridad, donde alojan a las personas rescatadas para que se reintegren a la sociedad y a veces a la espera de que vuelvan con la familia.
No estamos acostumbrados a vivir esto de cerca por lo que es muy interesante para nosotros de cara a entender mejor el alcance, las estadísticas, los métodos y los motivos de la trata de personas, un mundo que por desgracia e increíble que nos parezca, existe.
A día de hoy son 1316 rescates los que ha llevado a cabo esta ONG, con historias tan emotivas como esta:
“Después de 3 años atrapada en un matrimonio forzoso en China, Hue, de 24 años, por fin está con su familia en el delta del río Mekong. Cuando la acompañamos a casa, su abuela, que tiene ya 90 años, no puede contener las lágrimas de alegría. “¡Ya no veía el momento de volver a verte!”, le repite a su nieta.”